La durabilidad y desgaste son quizás los factores sobre los cuales mayor preocupación se tiene al adquirir un neumático. Sin embargo, la información sobre estos conceptos es reducida. Esto se debe en gran medida a todos los elementos que son considerados para realizar el cálculo promedio sobre el rendimiento y duración.
El hecho de realizar una inversión adecuada en los neumáticos garantizará su durabilidad, pues es la calidad el primer factor en consideración cuando las grandes marcas fabrican sus neumáticos. Estos incorporan en sus procesos materiales de alta resistencia, lo cual se traduce en una duración mayor.
Uno de los factores claves son los límites legales que actualmente están permitidos para que un neumático sea considerado seguro: este no debe superar los 1.6 mm de profundidad, aunque en cuanto al kilometraje permitido no existe un estándar común ya que cada marca maneja el suyo. Por ejemplo, en el caso de Michelin, el modelo Energy Saver garantiza una vida de cuarenta y cinco mil kilómetros.
Los principales factores de desgaste
El desgaste del neumático es producido por el contacto con el pavimento. La parte que está continuamente en contacto con la superficie son los tacos, razón por la cual con el paso del tiempo estos se deforman. Es determinante en este proceso la tracción que ejerce el motor, el tipo de frenada al cual se someta el neumático, además de las temperaturas y clima.
Finalmente, en esta categoría se encuentra el tipo de conducción ejercida, pues el aceleramiento progresivo y la manera en la cual se tomen las curvas pueden contribuir positiva o negativamente al desgaste del neumático y, por ende, a su durabilidad.
