Hablar naturalmente de la cocina y el mundo de las gomas, es poner dos categorías totalmente opuestas. Sin embargo, Michelin logró hacerse con ambos mercados.
Hace muy poco, en París, salió la guía de la empresa, la cual, con sus estrellas, representa el camino al éxito o al fracaso para muchos restaurantes en el mundo. Ahora bien, para este año, se dieron nuevas estrellas para 57 restaurantes, en los cuales solo dos tienen dos chefs de sexo femenino.
La documentalista francesa Vérane Frédiani afirmó sobre este caso que no entiende ''por qué, en las cincuenta estrellas nuevas, no hay mujeres o hay muy pocas". Vale destacar que esta ha hecho uno de sus films basándose exclusivamente en chefs mujeres que trabajan en restaurantes.
Frédiani publicó a través de la red social Twitter con el hastag #MichelinToo, una denuncia ante la empresa italiana por el ''desprecio constante ante las mujeres''. La meta está en avergonzar a la guía de la compañía.
Ahora bien, el problema no está en Michelin ante el desequilibrio visible de género. Desde hace años, en Francia se fomenta que la práctica de que las mujeres cocinen sea en la comodidad del hogar, mientras que los hombres se llenen de gloria y fama como cocineros exitosos.
En modo de estadísticas, la presencia femenina en la guía está por debajo del 3% del total, lo cual es demasiado ínfima la discrepancia. Por parte de la empresa, le restan importancia al caso afirmando que el género "no es algo que se tiene en cuenta".