Es el proceso destinado a eliminar las vibraciones de la rueda al rodar, evitando la transmisión de dichas vibraciones a la dirección y al volante. Se colocan unos contrapesos para que el rodar sea uniforme en toda la superficie. Un correcto equilibrado evita un desgaste prematuro de los neumáticos, de los órganos de suspensión, de dirección y de los rodamientos.
Alineación:
Es el proceso que ajusta los elementos de la dirección y la suspensión para que las ruedas se apoyen correctamente y rueden paralelas entre sí con el eje de la carretera. Se evita así que los neumáticos se desgasten de forma irregular, se mejora el comportamiento del vehículo y se ahorra combustible.
Inflado:
Cada vehículo tiene una presión de inflado recomendada para sus neumáticos en función de sus características y uso. La verificación de la presión se debe realizar en todas las operaciones de neumáticos. La seguridad, la duración del neumático y el ahorro de combustible dependen de una presión correcta. Una presión del neumático superior o inferior a la indicada, es una de las causas más comunes de desgaste irregular y prematuro de los neumáticos. En el uso cotidiano, la presión del neumático puede bajar hasta 100 g cada mes. Por esta razón es esencial controlar la presión del neumático con regularidad.